Constanza y Camila, conocidas como Cocó y Cami, son las diseñadoras de indumentaria y caras detrás de ROUXURIE. Cuentan como fueron los inicios de la marca, los desafíos, las transformaciones y hacia donde se encaminan.
Buenos Aires siempre ha sido el centro de las industrias; en la música, el arte y la danza, las grandes arquitecturas y como no, la indumentaria. Pero Cocó y Cami nos demuestran, una vez más, que el talento se encuentra en todos lados, en cada esquina y en cada provincia. En una charla con Cocó conocimos las raíces de ROUXURIE, una de las marcas de lencería que más renombre tienen en Córdoba y que crecen a pasos agigantados.
- ¿Cómo y cuándo surgió la idea de la marca?
Nosotras somos Licenciadas en Diseño de Indumentaria, nos recibimos en la Universidad Siglo 21 hace varios años ya, si no me equivoco hace 12, y cuando terminamos estábamos muy, muy, muy estresadas. La hicimos en tiempo y forma, en 4 años y medio nos recibimos, entonces lo primero que hicimos fue querer hacer otra cosa porque no queríamos ver una prenda ni por casualidad. Nos queríamos ir de viaje, teníamos ese objetivo e hicimos un emprendimiento que organizaba despedidas de soltera. Era tremendamente creativo, estaba buenísimo, de hecho aún hoy 12 años después no hay nada parecido. Nos fue muy bien, lo tuvimos durante 4 años, hicimos más de 100 despedidas de soltera en Córdoba, que teniendo en cuenta lo particular que era y el momento histórico en el que lo hicimos, la verdad es que nos iba super bien. Lo hacíamos más que nada para ahorrar para el viaje porque teníamos esa meta y no íbamos a llegar a reunir el dinero que necesitábamos solo con las despedidas, entonces cada una se busco un trabajo en relación de dependencia. La verdad lo fuimos desatendiendo un poco y se nos fue complicando mantener nuestro laburo de 8 horas más el emprendimiento. ¿Por qué te cuento todo esto? Porque el emprendimiento dio paso a lo que hoy es Rouxurie. Poco a poco con el correr de los años ya no le teníamos tanta fobia a la moda y a las prendas. De a poquito comenzamos a hacer una parte del emprendimiento que involucró la indumentaria. Hacíamos vestuarios para las despedidas y prendas y accesorios como parte de los premios para los juegos. De esto resultó que mucha gente nos empezara a pedir estos servicios por fuera de las despedidas o comprar las prendas y accesorios, y así nace la idea de hacer colecciones bajo este emprendimiento hasta que llegó un momento en el que nos dimos cuenta que, o teníamos una marca de moda o teníamos un emprendimiento de despedidas de soltera y que probablemente en Córdoba todo junto no se entendiera. También entendamos que fue hace 12 años, el contexto era otra cosa, no íbamos nunca a posicionarnos como una marca de moda bajo el nombre del emprendimiento anterior, ahí fue cuando decidimos bautizar a la marca bajo el nombre de Rouxurie.
-¿A qué se debe el nombre?
El nombre es una palabra que creamos nosotras, inventada, que no significa nada en sí mismo porque queríamos que no signifique nada. No queríamos darle un nombre que ya significara alguna otra cosa, ni un color, ni un objeto, ni una sensación. Queríamos que el nombre de la marca, años después -hoy por ejemplo- signifique la marca directamente. Comenzamos buscandole un sonido que nos gustara y después le pusimos las letras. Nos gusta porque suena a “luxury”, a “rouge”, a “lingerie”, a palabras en inglés y francés que remiten a un montón de cuestiones pero no significan nada. Una vez que tuvimos el sonido, empezamos con el tema de las letras, podía ser una “X”, una “CH”, una “Y” y nos gustaba la “X” porque tiene un significado particular. Digamos que lo fuimos construyendo al nombre.
-¿Por qué lencería y no otro tipo de prendas?
Está bastante relacionado a la primera pregunta, de donde nacimos. El tema de no tener otro tipo de prendas creo que es una cuestión todavía de desarrollo de la marca. Hacer lencería es muy difícil y todavía le estamos agarrando la vuelta, probablemente en algún momento tengamos otro tipo de prendas pero es un desarrollo que va a llevar su tiempo y su camino, siempre fieles al espíritu de la marca. Pero no significa que sea el único rubro al cual nos vayamos a dedicar siempre, de hecho también tenemos una línea de trajes de baño.
-¿Cuál ha sido el desafío más grande que han tenido que afrontar hasta ahora? (más allá de la pandemia, claro)
¡Uy! Es difícil porque son muchos años, hubo muchísimos desafíos y a lo largo del tiempo cambiaron. Te puedo decir que al principio un desafío súper grande era encontrar modelos, nadie quería hacer fotos con nosotras porque para el momento socio cultural era como: “Noo, ¿cómo vas a posar en lencería?” Ni te cuento prendas abiertas que ahora están de moda pero nosotras las tuvimos desde el día 1. Teníamos conjuntos con pezoneras como algo completamente fuera de la matrix y en ese momento era un desafío cada producción de fotos. Era sufrir a ver quién nos decía que si para hacer unas fotos y ahora ese es un problema que no lo tenemos , por suerte. Después en otro momento era salir al mundo. Teníamos nuestro primer localcito en un container, medio escondidito y era re difícil traccionar a la gente hasta ahí, hasta que decidimos salir y estar en la calle, ahí la gente vino sola. Hubo como un montón de desafíos pero creo que el mayor, para englobarlo así, fue mantener viva la marca. En cada momento ese desafío tomó un nombre o una situación particular. Ninguna de las dos tenemos un soporte económico atrás que nos mantiene asegurado el trabajo o el emprendimiento, entonces creo que ese fue el desafío, no bajar los brazos y abandonar antes las dificultades, sino enfrentarlas una por una.
- ¿Que impacto quieren tener en las clientas y la industria en general? Considerando la relación tan cercana que han construido
Creo que está super ligado a una cuestión de autoestima, la lencería tiene eso. Son las prendas que más íntimamente se vincula con la persona y eso se vincula directamente con el autoestima, es un caminito. Planeamos un gran impacto positivo en el autoestima de las personas, ¿como? Tenemos muchas maneras, principalmente a través de la prenda en sí misma, pero también a través de la comunicación y del vínculo que generamos con las clientas. Ya sea chateando por inbox o en comunicación más general con conceptos de las campañas y demás. Así que ese es nuestro gol de impacto con cada clienta. Y después en la industria, generar trabajo es un gran impacto positivo, sobre todo teniendo en cuenta como están las cosas en Argentina y en Córdoba, no es fácil tener una marca de moda. También en cuanto a elevar la vara de la calidad de industria nacional. Estamos bastante orgullosas del producto que tenemos. A veces vamos a Buenos Aires, entramos en locales de marcas de allá , nacionales obviamente, y nos enorgullecemos de mirar las prendas y decir: “No tenemos nada que envidiarle a estas marcas” y eso está buenísimo, sentimos que eso aporta valor a la industria.
- Hoy en día se habla mucho de la diversidad y es sabido que ustedes tienen amplitud de talles y una gran cantidad de modelos para, justamente, mostrar como una misma prenda queda en diferentes cuerpos, ¿Siempre pensaron en hacer las campañas y las prendas así o con naturalidad se dió la incorporacion de talles/modelos diferentes?
Respecto al tema de la diversidad de modelos es un poco lo que te contaba antes, en un momento literalmente hacíamos lo que podíamos. Había muy pocas personas dispuestas a hacer fotos con nosotras, más porque nacimos como una marca muy jugada entonces era re difícil y a partir de que eso fue cambiando y tuvimos más posibilidades, fue natural. Tenemos una política de no irnos, quizá, a los extremos sino que preferimos mostrar diversidad en todo sentido. Para nosotras una persona que pesa 150 kilos no es la única manera de mostrar diversidad, se pueden mostrar distintos formatos de cuerpos, distintas edades, distintos colores de pelo, colores de piel, hay muchas maneras de mostrar diversidad sin irte a los cliché y a los extremos para ser “inclusivo”. Sentimos que un poco nos es natural mostrar lo que es más cotidiano, la diversidad que tenemos más en nuestra vida, vamos más por ahí. A veces recibimos mensajes que a mi me dejan completamente estupefacta de clientas que lo entienden con una claridad que decis: “Bueno listo, sí, entendieron todo. Se entiende lo que queremos transmitir” y ya eso es un montón, nos hace muy felices y no quiere decir que nunca vayamos a tener a una persona de 150 kilos en una campaña. Quizá la tengamos, pero no vamos a ir directo a ahí para decir: “Si, somos diversas”. Vamos a ir por todos los matices que podamos y también respecto de eso fluímos mucho. Muchas personas nos contactan y tenemos el sí fácil, ni siquiera pedimos fotos. Les confiamos en que nuestros talles les van a ir a cualquier persona y listo, así avanzamos.
- ¿Cual es el crecimiento que quieren lograr o ven a futuro?
Venimos de un año de bastante crecimiento en cuanto a desarrollo de producción. Años anteriores veníamos de una situación de la cual la producción no alcanzaba para mucho. Lanzábamos y a los pocos días ya estábamos con las curvas discontinuas y no teníamos que vender, el año pasado fue un gran año respecto de eso. Estuvimos en una situación productiva mucho mejor paradas que otros años y logramos tener stock, lo cual para nosotras fue un gran paso adelante. Creo que el año pasado lo logramos pero dejamos sangre, sudor y lágrimas, fue muy duro. Este año es encontrar un poco el equilibrio entre mantener ese nivel de producción pero de otra manera, estar organizadas, porque todo el esfuerzo que pusimos en producción sentimos que un poco fue en detrimento del concepto. Los conceptos están buenos porque te dan libertad, el abanico de posibilidades es mucho más grande. Eso quiere decir que pueden aparecer rubros nuevos, prendas nuevas, situaciones nuevas, alianzas, un montón de cuestiones que cuando te parás en el concepto y no en una prenda es lo que sucede.
- ¿Tienen algún momento que consideren inolvidable en la marca?
Hubo varios, se me vienen dos así rápidos aunque hubo muchísimos. Una noche entró un mensaje privado en instagram y era Gabriel Rocca, un fotógrafo muy, muy, muy reconocido en Buenos Aires diciendo que quería hacer fotos con nosotras. Esto fue hace varios años, la marca era bastante más chica y fue increíble. Terminamos haciendo fotos, él sin cobrarnos un peso, solo porque le gustaba mucho la marca y apostaba a nosotras. Fue un gran reconocimiento haber tenido esa experiencia y que alguien del calibre de él, que trabaja con las mejores marcas del país y cobra muchísimo dinero, nos escriba a nosotras, nos busque y haga fotos solo por el placer de hacerlas. Después otro gran momento, más cómico y más gracioso, fue que hicimos una colección inspirada en una artista plástica llamada Miranda Makaroff, es de España y la admiramos muchísimo. Por cuestiones muy caprichosas de la vida le pudimos hacer llegar un conjunto y le encantó, enloqueció. hizo videos con el conjunto, ella hace mucho contenido audiovisual y para sus redes, y es hasta el día de hoy que dos por tres sube historias con el conjunto y nos encanta.
- ¿Como surgió la idea de Arrebol y que se convierta en un clásico de la marca año tras año?
Arrebol nació casi sin querer. La puntilla es un material súper habitual en el desarrollo de lencería y, si bien nosotras muchas veces le escapamos un poco, llega un momento en el que tenés que tener el conjunto básico de puntilla como marca. Al principio no fue como: “Bueno, este va a ser el set icónico de la marca”, sino: “Hagamos nuestro básico de puntilla”. Obviamente terminó no siendo un básico porque cada vez la moldería es más compleja, así como los cortes y las terminaciones, pero se fue perpetuando y nosotras hacemos mucho de esto en la marca. Cuando un artículo nos parece que funciona y nos gusta, año a año tratamos de mejorarlo. A veces cambian tanto que se transforman en otra cosa y se convierten en otra colección, pero Arrebol logró mantener su espíritu y se logró mantener a lo largo de los años. También cada año tiene algo distintivo, el año pasado fueron 12 colores, teñidos especiamente para el conjunto. Este año arrancamos con un set de puntilla metalizada, vamos a ver que nos depara el resto del año, que otros materiales conseguimos. No va a pasar lo mismo que el año pasado, no vamos a repetir los 12 colores porque nos parece que también esta bueno no quedarse ancladas en el mismo lugar que funcionó, sino tratar de evolucionar. Vamos a ver en nuestros viajes a Buenos Aires cual nos parece el destino más interesante para este set, pero que va a continuar va a continuar, eso seguro.
- ¿Tienen algún consejo para estudiantes de diseño de indumentaria/lencería o quienes esten pensando en tener su emprendimiento?
Bueno, en primer lugar no me siento nadie para dar consejos, cada uno tiene su background, su viaje y hace su camino de la manera que puede, quiere y le sale. Lo único que me atrevería a decir es que armen su propio camino, no traten de transitar el camino de alguien más. Nos ha pasado mucho de copias literales de prendas, de estilo de comunicación, de acciones de comunicación. Siento que de esa manera lo único que haces es, me lo digo para mi misma incluso, estar corriendo atrás de alguien siempre. Nunca lo vas a pasar porque te estás nutriendo de lo que esa persona va dejando en el camino. Hay un libro muy interesante que se llama “Roba como un artista”, que habla justamente de esto, de tratar de plagiar la forma de pensar de tu ídolo, no lo que hace. Buscar tus 15 referentes y tratar de copiarles la manera de pensar a los 15. Copiar una prenda tiene un final muy cortito, termina muy cerquita. Entonces lo que humildemente yo haría si empezara, sería nutrirme mucho de mis referentes pero yendo a eso, a su manera de pensar no de lo que hacen fácticamente
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